miércoles, 9 de julio de 2014

¿Sabes cuál es la frase más conveniente del mundo?

 
Es "lo siento".
Todo el que la escucha se siente forzado a perdonar, no importa qué herido o enfadado esté...
No hay una frase más detestable en el mundo.
Se usa para desplazar tu sufrimiento en los demás para poder escapar de tus propios pecados...

En el momento en el que la empleas, tu sufrimiento se convierte en el sufrimiento de otra persona. Algo que puede ser imperdonable, pero ¡oh! si se disculpan...
Yo digo que no hay razón para aceptar ese sufrimiento.
No tienes que perdonarlos. Aparta la máscara de tu conciencia.

Persona 2



Y aun así... o precisamente porque lo sé... porque no quiero cargar con dichos pecados... los pongo sobre los demás.
Pero os lo recuerdo: son mis pecados y no tenéis por qué aceptarlos.

3 comentarios:

  1. Pues yo te doy la vuelta a la situación, ponte en el papel de la persona que pide perdón.

    Qué harías?

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    1. Ahora piensa que tienes el mismo derecho a hacer lo que hace el resto y sin perdón ni remordimiento. Igual que el resto de personas son perdonadas tu serías perdonada.

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    2. No todo el que me pide perdón le recibe, así como de verdad espero que no todas las personas a las que pido perdón me perdonen.
      Es decir... quiero que perdonen cuando no les importe hacerlo, cuando el daño sea mínimo... que es cuando yo perdono ya que no olvido poner en balance el dolor recibido y si merece la pena dicha persona.

      Soy demasiado cínica para actuar de otra forma.

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